Genio y Figura

Me disponía a escribir un texto sobre las cosas buenas de la vida, y una foto bonita y bla-bla-blá. Pero durante el rato que tecleaba e intentaba ajustar las letras a las palabras un pincel ha volado como por arte de magia, o de un impulso artístico -vete tú a saber- y la pared crema se a visto salpicada de motas negras al más puro estilo Pollock. En silencio, el bombero que habita en la cabeza del dunático le ha susurrado al oído la solución. Éste, provisto de un paño mojado ha intentado retirar el acrílico de la pared confundiendo lo abstracto con lo absurdo y, así, como si fuese el propio Mr.Bean en uno de sus momentos de lucidez, hemos cambiado la decoración expresionista. Ahora, en vez de manchas negras parece que tengamos filtraciones; así que, hasta que dejemos de ser huéspedes para ser anfitriones, tendremos que cerrar la puerta con llave...