martes, 30 de junio de 2009

Sorpresas

Resaca electoral en una Argentina que ayer amaneció repleta de sorpresas. Sorpresas agradables como la derrota del matrimonio gobernante y su oficialismo (linda lección contra la prepotencia y soberbia que prodigan); Sorpresas tristes, aunque anunciadas, como que la derecha sigue creciendo (y gira más y más hasta rozar la extrema) y que la clase media ostentosa olvida su conciencia y decide otorgarle la victoria a aquellos que no se lo agradecerán... ¿Como puede ganar alguien que está en proceso judicial por narcotráfico?; y sorpresas alegres, sorpresas esperanzadoras y llenas de aire fresco e ideas renovadoras en contra de la privatización indiscriminada, del hambre que devasta a este país exuberante en recursos naturales, a favor de la humanidad y un proyecto socio-cultural. El reconocido director de cine Pino Solanas logró ser, con su Movimiento Proyecto Sur, creado hace apenas 2 años, el segundo partido en Capital Federal, un dato, sin duda, maravilloso.

Tal vez la gente, por fin, se esté cansando, tal vez ya llega la hora del cambio, de rechazo al sistema actual y la necesidad de uno nuevo, tal vez ya haya quedado claro que la derecha capitalista nos llevó a un callejón sin salida y tal vez ya sea el momento de que seamos nosotros los que salgamos. No dejemos nuestras elecciones en mano de los políticos, acompañemos sus procesos. Nuestras vidas y el mundo que quedará para nuestros hijos están en sus manos.

lunes, 29 de junio de 2009

TODO LO QUE VA MAL IRÁ PEOR (Economía Argentina III y 1ª Ley de Murphy)

Hace tiempo que ahorramos los billetes de 2 pesos para cambiárselos a unas amigas que tienen un negocio y que se resisten a tener que comprar monedas. Una vez al mes pasamos a visitarlas, mateamos y cambiamos dinero y anécdotas. El mes pasado nos acogieron con especial entusiasmo. Somos los únicos que les seguimos guardando los billetes... ¿por qué? Preguntamos atónitos.
¡Ah! ¡Que ellos no ven la tele! Y si no fuesen budistas se santigüarían para agradecer al Señor que no nos hayamos enterado del boom del Canal Trece dónde en el programa de la noche se sacan unos numeritos y una letra y que, si coinciden con todo el código de un billete de dos pesos que tengas en tu cartera te ganas 5000 pesos. Atención el código numérico de los billetes consta de ocho dígitos y una letra del alfabeto (26984797H)
Si ya teníamos problemas con las monedas ahora nadie se quiere arriesgar a dar su billete ganador...

domingo, 28 de junio de 2009

...Y TE LLEVAS UNA BAYETA (Economía Argentina II)

Pasa el tiempo y el problema se agrava (ya se lleva más de un año en esta situación surrealista). Los grandes y pequeños comerciantes -desde carrefour hasta la ferretería de mi barrio-, se niegan a comprar monedas viéndose obligados a manejar únicamente billetes (de 2, 5, 10, 20, 50 y 100). Los supermercados, cuando no te pueden devolver el cambio, te piden que lo dones a la fundación nosequé de ayuda a los afectados por nosécual. Si quieres aceptas, si no te redondean a la baja y la compra te sale un poco más barata y ellos pierden un poco (de ahí que se hagan ofertas y descuentos por pagar con tarjeta). Pero los pequeños comerciantes, a quienes no les respalda ninguna súper ONG, se ven obligados a redondear a la baja, y a la baja, perdiendo considerables cantidades de dinero diariamente. Organizan todas las cuentas de forma que el vuelto pueda ser múltiplo del 2 o del cinco para poder operar, hecho que les obliga a tener que conseguir muchos billetes de 2 pesos o a ofrecerte, a cambio de tu vuelto, los más singulares obsequios (desde bayetas y trapos hasta caramelos, el trueque más fuerte del país). 10 céntimos de peso equivalen a 1 caramelo masticable en la panadería.
Sorprendente pero cierto. Nadie sabe ni entiende la situación, a todos les incomoda, y el gobierno promete soluciones que no llegan, incluso hoy, que es día de elecciones.
De mientras el ciudadano habitual dedica bastante tiempo y esfuerzo a seguir consiguiendo monedas calculando cómo comprar en los chinos para conseguir vuelto y así poder ir a trabajar, o volver a casa.

sábado, 27 de junio de 2009

NO HAY CAMBIO (Economía Argentina I)

La ciudad autónoma de Buenos Aires convive con un problema insólito, bueno con varios, pero hay uno que prevalece sobre los demás: la falta de cambio.
La inmensa red de autobuses y colectivos de la ciudad funciona, única y exclusivamente, con monedas. Independientemente del valor de pasaje (desde 1$ a 1,25$) y de la cantidad de pasajes que se compren (una madre con sus tres hijos para llevarlos a la escuela, por ejemplo) el importe solo puede ser abonado en monedas, a través de la ranura de una máquina que tras la operación te ofrece un ticket a veces fiscalizado a veces no.
¿Y qué tiene esto de insólito? Pensaréis. Pues bien, este hecho te obliga a contar siempre con una importante cantidad de monedas en el bolsillo para poder desplazarte, de no ser así simplemente no podrás viajar.
¿Y por qué no vas a un kiosco y pides cambio? Pues porque no hay. Tan sencillo y misterioso como eso. No hay cambio. Miles de monedas circulan diariamente hacia el interior de las cajas
expendedoras de los colectivos, pero, sospechosamente, no salen de esa caja para reinsertarse
de nuevo en el mercado. No, esas monedas desaparecen.
Bueno, que desaparecen es un decir... simplemente dejan de aparecer.
Dejan de aparecer y se guardan en bidones en un almacén, como se descubrió el noviembre pasado; o dejan de aparecer y se funden para sacar la plata de la que están hechas -sí, seguro- porque vale más que la propia moneda
infinitamente devaluada (al menos eso cuentan las leyendas urbanas). O también dejan de aparecer en cantidad y, ante la escasez, los comerciantes
se ven obligados a tener que comprar monedas, sí, comprar moneda. 90 pesos al precio de 100.
Dejan de aparecer y,
curiosamente, solo los grandes kioscos OPEN 25 HS y la infinidad de supermercados orientales (entiéndase por oriental aquellos mercados que calificamos como chinos aunque estén regentados por vietnamitas, tailandeses, chinos o coreanos). Sí, curiosamente sus cajas registradoras
rebosan monedas.
Y pese a que rebosan monedas no creáis que las
proporcionan. Nadie, absolutamente
nadie en Buenos Aires da cambio, porque no hay -aunque lo haya- porque no se puede.
Así que es
relativamente habitual que te encuentres con que te faltan 20 céntimos para el colectivo y como nadie te cambia un billete de 20$ o de 10$ o de 5$ o incluso de 2 pesos, te veas obligado a tomar (que no coger) un taxi para volver a casa.


(por cierto, la foto no es nuestra, se la he tomado prestada a Thomas Locke Hobbs, que supo encontrar una imagen más expresiva que la nuestra)

martes, 23 de junio de 2009

Rutina

La ciudad nos secuestra. Se apodera de nuestro tiempo, de nuestros planes, de nuestros proyectos y nos impone su ritmo. Después de mucho tiempo creo que tenemos una rutina... de momento, lo celebramos.

lunes, 1 de junio de 2009

Crucigramas

A la vida le gustan los juegos de palabras y en ingeniosas definiciones de tiempo y lugar va encontrando los caminos. Parece mentira que tan lejos sea tan fácil encontrarse. Un desencuentro de seis años acabó ayer en este pequeño rincón de la gran Buenos Aires.
Somos vecinos rioplatenses, nos veremos más acá que allá.