La ciudad nos secuestra. Se apodera de nuestro tiempo, de nuestros planes, de nuestros proyectos y nos impone su ritmo. Después de mucho tiempo creo que tenemos una rutina... de momento, lo celebramos.
Lo importante es ser consciente de ese ritmo y, así, saber adaptarlo a tu vida y no al revés. Si dejas tu vida atada a ese ritmo, entonces estás chingado/a.
Además, ese ritmo está también para variarlo con un amable baile vital.
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Lo importante es ser consciente de ese ritmo y, así, saber adaptarlo a tu vida y no al revés. Si dejas tu vida atada a ese ritmo, entonces estás chingado/a.
Además, ese ritmo está también para variarlo con un amable baile vital.
Saludos
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