viernes, 12 de septiembre de 2008

El pianista de Hamelin


Paseábamos cúando la calle se llenó de música. Sin saber de dónde venía corrimos presos por las notas, buscando la flauta mágica que, por una vez, no tocaba samba, ni forró, ni tampo reagge... era Bach, eran Chopin y Beethoven, Villa Lobos, Leeds y Tchaikovsky, era Arthur Moreira Lima haciendo cosquillas a su piano de cola. Una plaza central en Hamelin, o en Teresina no recuerdo bien; cientos de personas de todo tipo y condición sentados en silencio escuchando el concertista desde su trailer orquesta. Um piano na estrada es la iniciativa plausible de este reconocido pianista que, un día, se acordó de los que no tienen acceso a grandes teatros de opera ni a este tipo de manifestaciones culturales, y desde hace 5 años recorre la geografía Brasileña regalando momento auditivamente maravillosos. De sus dedos resbala la mágia de la música erudita, de su boca vuelan sencillas y completas palabras de introducón para Los Grandes. Del espectáculo las personas vuelven a casa felices, sonrientes, diferentes y agradecidos, porque saben que oportunidades como esta no hay muchas.

Junto con él viaja su esposa y su hija, ambas dentistas de profesión, y aprovechan la escala para poder inculcar hábitos de higiene bucal en las escuelas. Um sorriso na estrada, igualmente plausible.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Y si el deseo de ser ratas por una vez fuera bueno?