martes, 21 de agosto de 2012

En el Lago


Contaba Roald Dahl en su libro de memorias de infancia “Boy” que cuando su madre estaba embarazada el padre la llevaba, desde el 6º mes, a pasear por lugares de hermosa naturaleza con la creencia de que eso desarrollaría la sensibilidad artística del bebé.
Supongo que la brillantez narrativa del creador de tantas historias que me hicieron y hacen soñar, no se debió única y exclusivamente a la belleza de los parajes por los que su madre paseó durante el embarazo. Sin embargo, considero que, la alegría que siente esta que escribe y su compañero dunático al pasear por su nuevo hábitat, no ha de pasarle desapercibida a la princesa dragón que llevo dentro.  La sensibilidad que desarrolle, y lo que quiera hacer con ella, será cosa suya.
De mientras os presentamos un poquito de la comarca del paralelo 42º, hoy hemos desayunado en el lago, en Lago Puelo… nosotros, una bandada de teros cantarines y el ligero ruido de las olas rozando contra la orilla. Aunque habían pronosticado lluvias, el sol nos ha bancado hasta volver a casa.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Precioso lugar...aquí el príncipe dragón subió ayer a un escenario en un cabaret, asíque la sensiblidad artística, el teatreo etc se va arraigando... :)!

Aventurada dijo...

Me alegra tanto leeros de nuevo!!!. Y me alegra decirte que por aquí también está creándose una princesita a la que le encantaría conocer a la princesa dragón algún día! Un besazo a los tres!