Mes de visitas esperadas e inesperadas que se apoderan de nuestra rutina y dejan sobre la mesa ricas conversaciones y puntos de vista en varios idiomas. Transcurren los días con huéspedes en el salón y con amigos que entran hasta la cocina. Algunos repiten y la casualidad hace que, tres años y varios países de por medio después, Buenos Aires haya sido la ciudad que nos ha vuelto a juntar. Hay gente que realmente es un placer. Ojalá sigamos encontrándonos.
1 comentario:
Si si si
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